Es una joven marca que quiere celebrar los 70 años de tradición zapatera de su familia y exaltar el oficio artesano del zapatero. Por esa razón, su pieza de comunicación más relevante, el packaging, enseña esta idea a través de un lenguaje tradicional y transgresivo, al mismo tiempo, valores presentes en el ADN de la marca.
Un sello ilustrado en una técnica clásica - el grabado - muestra la idea de la tradición familiar y el aprendizaje del oficio de generación en generación. Se combina con fotografías de las herramientas utilizadas para hacer un zapato, que juntas crean una ilustración.